miércoles, 6 de marzo de 2013

MI SEGUIDOR


Finalizamos esta tirada de microrrelatos con Susana Herce, profesora de Tecnología del Celso Díaz. Os gustará...

MI SEGUIDOR


 
Tanto insistieron mis amigas que una tarde frente al ordenador decidí inscribirme. Apareció el pájaro azul, tenía que rellenar mi perfil:

Primero, elegir un nombre de usuario; no iba a complicarme en absoluto, mi nombre era una buena elección.

Foto, todavía no, sería un huevo por un tiempo.

Nada más acabar el proceso empecé a seguir a todas mis amigas, amigos, conocidos y sobre todo a Melendi, era lo que más me apetecía leer sus  tuits y que no me los contase siempre Elena, ¡que rabia me daba!

No recuerdo como llegó la petición de “poramartetanto”, porque esa tarde me invadió una frenética actividad leyendo todos los tuits de Melendi, las conversaciones que habían tenido mis amigas a mis espaldas, en una palabra me puse al día y acepté todos los seguidores con gran emoción y esa era mi canción preferida de Melendi.

Su primer tuit fue “Bienvenida, llevo mucho tiempo esperándote, por fin has llegado”. Curioseé su perfil y me di cuenta de que solo me seguía a mí y que no aceptaba a ningún seguidor. Mi cabeza intentaba seleccionar a la persona que podía ser pero, ¿¿Quien era “poramartetanto”?? ¿Otra loca de Melendi o algún admirador secreto??

A partir de ese momento recibí tuits de “poramartetanto”… todos los días. Empezaron siendo como un pequeño detalle del día, pero a medida que pasaban las semanas esperaba con anhelo el tuit. En alguna ocasión llegaba tarde, muy tarde y me entraba la duda de si “poramartetanto” se había cansado de mí. Lo que más me sorprendía es que siempre sabía que palabras enviarme, si estaba triste me animaba, si estaba con  exámenes me reforzaba, si había tenido bronca en casa me consolaba, en definitiva conocía como me encontraba en cada momento y sobre todo sabía darme el tuit que necesitaba.

Al principio le envié tuits intentando sacarle información pero nunca contestaba a mis preguntas, yo quería seguir leyendo sus tuits, que eran solo para mí. Así que deje de preguntarme quien era y asumí que tenía un amigo invisible como cuando era pequeña. Todavía lo tengo.

Lo que nunca sabré es que “poramartetanto” está siempre cerca de mí y que cuando me llevaba en su tripa  ya me enviaba tuits a través de su corazón.

 

Susana Herce

(Tecnología)

No hay comentarios:

Publicar un comentario