miércoles, 6 de marzo de 2013

¿DÓNDE HABÍA VISTO ESTO ANTES...?: Taller de microrrelatos

Seguimos con los microrrelatos escritos por nuestros compañeros, en este caso el turno es de Julia Rubio, profesora de Ciencias Sociales, Geografía e Historia de nuestro centro.


¿DÓNDE HABÍA VISTO ESTO ANTES…?
 

El fin de semana se presentaba de ensueño. Sólo tenía quince años pero sus padres le habían permitido aceptar la invitación de su amigo Adolfo y podría acompañarle hasta su casa en un pueblecito costero de Cádiz donde residían sus abuelos. El tren los dejó en la estación de San Fernando y en el andén los esperaban los abuelos de Adolfo. Eran dos señores mayores de aspecto encantador. El abuelo tenía un extraño acento pero aún le sorprendió más el intenso azul de sus ojos que le hacían parecer más joven y enérgico.

Después de una tortuosa carretera llegaron a Zahara, un pueblo de blancas casitas que atravesaron para seguir hasta una casa sobre el acantilado, aislada del resto y con un enorme perro doberman en la puerta.

Era pronto y tenían tiempo de inspeccionar la casa. Adolfo lo fue guiando por las distintas habitaciones. Estaban llenas de fotos, en muchas aparecía un joven militar de ojos de un azul intenso. Vestía un uniforme que le parecía familiar, ¿dónde lo había visto antes? En el lugar más destacado del comedor había una bandera, no era de ninguno de los países que habían estudiado en el instituto pero su escudo le resultaba extrañamente familiar ¿dónde lo había visto antes?

Una foto presidía la sala, un señor bajito y con bigote abrazaba al joven militar. Su aspecto le recordaba mucho a alguien, pero a quién… ¿dónde lo había visto antes…?

Y por fin se sentaron a cenar y como todos los abuelos, los de Adolfo les preguntaron por sus estudios. El colegio no era precisamente su pasión y además con lo mal que estaban las cosas para qué preocuparse, estudiar mucho no aseguraba nada. El abuelo adoptó un tono solemne y les dijo que en su juventud había idealistas como él que quisieron cambiar el mundo, hacer que los fuertes, inteligentes, los más capaces se ocuparan  de dirigir todo, de acabar con los lastres y con las razas inferiores. Que habían intentado que valores como la disciplina, el sentido del deber, el amor a la patria fueran los dominantes pero… que no les dejaron y tuvieron que reprimir su ímpetu y esperar que se diera el momento propicio, ¿dónde había oído él todo aquello?

Desde luego, el fin de semana iba a estar lleno de sorpresas.

 

                            Julia Rubio Rodríguez

(Historia)

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